El nuevo espectáculo de pequeño formato de Guillem Albà es una vuelta a sus raíces: su característico universo visual.
Veinticinco minutos de viaje de la comedia a la poética, con las manos como punto de partida.
Esta parte del cuerpo que nos vuelve a aquello tangible, cotidiano y artesanal, y nos reconecta con la comunidad.
Manos que han creado la mayoría de cosas que usamos. Manos que han desatado la belleza más sublime y las más terribles atrocidades. Manos que explican las historias que hace tanto tiempo que nos unen. Reivindicarlas para que no queden solas y olvidadas entre tanta tecla, pantalla y sobreinformación.
Una experiencia singular para recordar la importancia de lo que es humano, sencillo y compartido.
"Me gusta actuar. Soy feliz. Mientras actúo, es el único momento donde nada me hace daño. Ni dolor de espalda ni dolor de cabeza. Esto solo me pasa actuando (¡o en el agua también!). Todavía no he actuado dentro del agua pero, no sé qué pasaría.
Sobre todo actuar, pero aparte... dirigir, escribir, crear espectáculos. Pensar ideas. Imaginar cualquier cosa. Sea para hacer reir (la mayoría de veces) o para emocionar y buscar un momento poético y bonito.
Un amigo me dijo que la palabra que me define en este mundo artístico es 'curioso'. Tener curiosidad. No lo había pensado, pero poco a poco he ido viendo que quizás sí. Me gusta probar, probar y probar. Mezclarme con gente, crear. ¿Qué pasa si nos juntamos y probamos de hacer algo juntos? Y hacerlo." - Guillem Albà