Una feria que tiene por objetivo ser plataforma de difusión de los espectáculos infantiles y juveniles, para alimentar la programación de los municipios y festivales de Cataluña y del estado, y propiciar la internacionalización de las compañías catalanas.
La primera Mostra de teatro nace en Igualada el 1990 impulsada por el Moviment Rialles de Catalunya (delegación funcional de Òmnium Cultural), una entidad sin ánimo de lucro nacida en Terrassa en 1972 con el objetivo de formar grupos locales de voluntarios para organizar y ofrecer espectáculos infantiles y juveniles a su población.
Salvo las ediciones de 1991 y 1992, celebradas en Terrassa y Sabadell, todas tienen lugar en Igualada.
En 1995, una cincuentena de estos grupos de voluntarios, que se fueron extendiendo a otros municipios de Cataluña, constituyen la Fundació Xarxa, convirtiéndose, un año después, en los organizadores principales de La Mostra d’Igualada.
Paralelamente, desde el mismo 1996, Rialles continúa celebrando la Mostra en Cerdanyola del Vallès, exceptuando el año 2005 que se lleva a cabo en Sabadell.
Finalmente, en 2006, por voluntad del Institut Català de les Indústries Culturals (ICIC), con el apoyo del Ajuntament d’Igualada y el compromiso de la Fundació Xarxa y la Agrupació Rialles, las dos ferias (Igualada y Cerdanyola) se unifican y nace Mostra Igualada – Feria de espectáculos infantiles y juveniles.
Una amplia variedad artística que responde a la producción y demanda del sector.
Tienen cabida todos los géneros escénicos (teatro, circo, danza, clown, títeres, música, magia, instalaciones, etc.), tanto en sala como en la calle. Aunque la mayoría de las compañías son catalanas, también actúan formaciones españolas e internacionales.
Ubicada en la primera planta del Museu de la Pell de Igualada, La Llotja profesional de la Mostra PRO Catalan Arts dispone de un espacio diáfano para presentaciones, puntos de trabajo y zona de bar, entre otros servicios. Cada año se desarrollan un conjunto de actividades paralelas como conferencias, dinámicas, mesas de trabajo, encuentros programados e informales, que favorecen las relaciones entre los diferentes agentes del sector.
La Mostra coordina anualmente un centenar de voluntarios de todas las edades que participan activamente durante los días que dura la Feria realizando tareas de producción y organización como el control de espacios, la atención al público, la preparación y distribución de materiales, entre otros.
Por otra parte, y desde el área de logística de la Mostra, cada año (la iniciativa se paró durante la pandemia) se coordinan más de cincuenta famílias acogedoras de alrededor de la comarca que, durante los días de la Feria, se ofrecen a dar alojamiento de forma voluntaria a integrantes de las compañías programadas y otros profesionales asistentes. Debido a la escasa oferta hotelera de la zona, su hospitalidad y compromiso se han acabado convirtiendo en imprescindibles.